Un barilochense de 82 años recibió un implante valvular aórtico en una cirugía inédita
Un paciente de 82 años se convirtió en el primero en Bariloche en recibir un implante valvular aórtico por catéter. La cirugía minimiza riesgos y reduce drásticamente la recuperación.
Un barilochense de 82 años se convirtió en el primer paciente en someterse a un reemplazo valvular aórtico por catéter en la ciudad. La cirugía, realizada el 13 de marzo en el Hospital Privado Regional (HPR), marca un acontecimiento en la medicina local al ofrecer una alternativa menos invasiva para adultos mayores con alto riesgo ante una operación a corazón abierto.
El procedimiento fue liderado por Sebastián Romero, médico cardiólogo y jefe de Hemodinamia en el HPR. Aunque la técnica comenzó a utilizarse en Francia en 2002, en Argentina se consolidó recién hace una década como una opción viable.
En diálogo con Radio Con Vos Patagonia, Romero explicó que el paciente padecía estenosis aórtica severa, una afección que reduce el flujo sanguíneo y provoca síntomas como falta de aire, dolor en el pecho y desmayos. Tradicionalmente, la única opción era una cirugía de tórax abierto, con la detención del corazón y el reemplazo de la válvula. En este caso, en cambio, se optó por un implante valvular artificial mediante catéter, un procedimiento mínimamente invasivo que evita parar el corazón.
“Inicialmente se reservaba para pacientes con mucho riesgo, pero, de a poco, la indicación fue aceptando que más pacientes accedan a este procedimiento”, destacó Romero. Además, resaltó otra de sus principales ventajas: el tiempo de recuperación. El paciente intervenido recibió el alta al día siguiente y pudo caminar por sus propios medios, mientras que con la cirugía convencional debería haber permanecido internado al menos una semana y enfrentado varios meses de rehabilitación.
La técnica
El procedimiento, conocido como TAVI (por sus siglas en inglés, "Implante Valvular Aórtico Transcatéter"), comienza con una punción en una arteria de la ingle. A través de ella, se introduce un catéter que guía la válvula artificial hasta su posición definitiva sin necesidad de incisiones en el tórax.
“Se realiza con anestesia local y sedación leve, sin intubación ni anestesia raquídea”, explicó Romero, quien enfatizó la importancia de la formación médica continua para adoptar nuevas tecnologías. También destacó que en el HPR cuentan con dos salas de Hemodinamia equipadas con tecnología de última generación, lo que permite llevar adelante procedimientos de alta complejidad sin interrumpir otras atenciones.
Un avance clave en la medicina local
Hasta hace unos años, muchos pacientes con estenosis aórtica severa eran considerados inoperables debido a los riesgos de la cirugía tradicional. “Antes, estos casos se rechazaban y los pacientes quedaban con alta discapacidad y riesgo de vida”, explicó Romero.
El procedimiento fue cubierto por el Programa de Atención Médica Integral (PAMI), que financió tanto la válvula como los costos hospitalarios. Según el especialista, esto facilita el acceso de más pacientes a una tecnología que puede mejorar drásticamente su calidad de vida.
Sin embargo, el TAVI sigue reservado para personas mayores con comorbilidades asociadas. “Aún no tenemos estudios a largo plazo en pacientes jóvenes. Para ellos, por ahora, la indicación sigue siendo la cirugía convencional”, aclaró.
Romero también agradeció al equipo médico y administrativo del HPR por su labor en la logística y el desarrollo de este tipo de intervenciones. “Cuando todo marcha según lo previsto, los beneficios impactan directamente en el paciente y su familia”, afirmó. Sucede que, si todo marcha de acuerdo al plan, los beneficios repercuten satisfactoriamente tanto en el paciente como en su familia. La posibilidad de concretar esta cirugía en Bariloche facilita una pronta recuperación en el hogar y deja atrás aquellas épocas en las que el traslado a otra ciudad, y la distancia afectiva, agregaban otra dificultad en el camino hacia una vida plena.
