
Tras el incendio en la Manzana 287, familias enteras pasan la noche en el CIC y piden donaciones urgentes
Florencia Aguilar Mendoza tenía 23 años y murió en un incendio en una toma del barrio 2 de Abril. Reclaman obras urgentes y asistencia para las familias afectadas.
El silencio gélido de la tarde se rompió de golpe. Las llamas se alzaron voraces entre maderas secas, techos improvisados y pasillos imposibles. En minutos, tres viviendas quedaron reducidas a escombros humeantes. En una de ellas, Florencia Aguilar Mendoza, de 23 años, murió atrapada. Tenía una discapacidad y no alcanzó a escapar. Su historia dejó al descubierto la precariedad en la que viven cientos de familias en Bariloche.
El incendio ocurrió el martes en la manzana 287 del barrio 2 de Abril, en una zona de tomas que, aunque integrada a la trama urbana, sigue funcionando con condiciones habitacionales extremadamente precarias: casas de madera, sin planificación, sin acceso formal a servicios, con calles intransitables -o inexistentes- y cables eléctricos colgando por donde pueden.
“Las máquinas del Municipio no pueden trabajar porque los cables de electricidad están tendidos sobre la calle misma. Hay que ir corriéndolos uno a uno”, describió Pablo Rantur, delegado municipal de la Delegación Sur. En la mañana del martes el funcionario se dedicó a buscar cómo abrir accesos, ensanchar caminos, limpiar terrenos y brindar algún tipo de contención.
En el incendio se vieron afectadas tres familias, entre ellas una con cinco niños pequeños y un bebé de apenas tres meses. Muchos no estaban en sus casas al momento del siniestro porque, como ocurre cada invierno, varios vecinos del barrio deciden trasladarse a vivir temporalmente con parientes o amigos. No todos lo hacen por elección.
“Las casillas no aguantan el frío. No se puede calefaccionar. Es peligroso prender una salamandra o una estufa en una casa de madera. Entonces muchos se van”, relató David Argel desde el móvil de Radio Con Vos Patagonia, testigo directo del día después.
A pocas cuadras del lugar, en el Centro de Integración Comunitaria (CIC), se improvisó un centro de atención y resguardo. Allí las familias afectadas pasaron la noche, recibieron abrigo, alimentos y un poco de consuelo. Pero perdieron todo: colchones, ropa, documentos, utensilios. Y en el caso de Gloria, la madre de Florencia, también perdió a su hija. “Es una madre sola. No tiene pareja. Lo necesita todo. Todo. Empezar de cero es poco para lo que le toca”, dijo Verónica Sierpe, presidenta de la Junta Vecinal del barrio 2 de Abril.
Las donaciones ya comenzaron a llegar, canalizadas a través del CIC y con la ayuda de vecinos que pusieron a circular el alias de la cuenta bancaria de Gloria para quienes puedan colaborar: gloria.222.decano.mp
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En el barrio
La escena del incendio no sorprendió a nadie. “Tenemos casas con piso de tierra, cables tirados, sin tableros eléctricos. Acá viven familias en situación de extrema vulnerabilidad, con adultos mayores, personas con discapacidad, niños y niñas que crecen sin condiciones mínimas. Y lo que pedimos es que si el Municipio no va a regularizar estas tomas, al menos reubique a estas familias en lugares más seguros. Porque lo de ayer fue evitable. Como tantas otras tragedias”, agregó.
El barrio 2 de Abril tiene viviendas sociales construidas con ayuda del Banco Mundial. Pero muchas otras se levantaron por fuera de todo esquema estatal. Algunas tomas fueron reconocidas de hecho por el Municipio, pero sin integración plena ni servicios básicos garantizados.
Las máquinas del Municipio seguirán trabajando en los próximos días. Se busca abrir una calle ancha que permita el ingreso de vehículos de emergencia. Desde la Secretaría de Acción Social, aseguraron que las familias podrán quedarse en el CIC el tiempo que sea necesario y que se brindará asistencia para la reconstrucción de las viviendas.