
Bariloche lanzó una nueva edición del Programa de Esquí Social en el Cerro Catedral
Con más de 20 años de trayectoria, la iniciativa municipal busca garantizar el acceso de jóvenes de los barrios a la montaña. Durante 12 semanas, adolescentes de entre 13 y 18 años participan de jornadas de aprendizaje, integración y contacto directo con la principal actividad turística y natural de la ciudad.
La Municipalidad de San Carlos de Bariloche puso en marcha una nueva edición del Programa de Esquí Social, una propuesta que desde el año 2000 promueve el acceso a la montaña para adolescentes de distintos barrios populares. Con más de dos décadas de historia, esta política pública se consolidó como una herramienta concreta de inclusión, equidad y construcción comunitaria, vinculada a la identidad y el entorno natural de la ciudad.
Desde la base del Cerro Catedral, Cristian Montenegro, profesor y coordinador del programa, explicó en diálogo con Radio con Vos Patagonia cómo se organiza esta edición 2025: “Estamos transitando la primera semana. Este programa tiene mucha historia. Nació cuando trabajadores sociales del área de Desarrollo comenzaron a traer chicos al cerro, y se sostiene hasta hoy como una herramienta fundamental”.
La propuesta se extenderá durante 12 semanas consecutivas, con la participación de grupos organizados a través de los Centros de Atención y Articulación Territorial (CAT), del Departamento de Promoción Social. Cada grupo asiste de lunes a viernes, con transporte, equipamiento, clases de esquí, y un espacio de encuentro en la montaña.
“El esquí es una excusa. Lo importante es el encuentro, el vínculo, el derecho a habitar la montaña”, remarcó Montenegro.
Cada jornada comienza a las 8 de la mañana, cuando un colectivo recoge a los chicos en sus barrios. Una vez en la base del cerro, se organizan los grupos, se reparten los equipos y comienzan las clases con instructores especializados. La actividad en pista se desarrolla hasta el mediodía y luego comparten un almuerzo antes de regresar.
“Las viandas las prepara Santiago, el cocinero del CDI Iglesias. Hay un menú semanal que se organiza especialmente para los chicos. Acá las calentamos y las servimos después de esquiar”, detalló el coordinador.
El programa está dirigido a jóvenes de entre 13 y 18 años, muchos de los cuales ya participaron en ediciones anteriores o en el programa de esquí escolar. “El progreso que logran en una semana es impresionante. El esquí es como andar en bicicleta: cuesta al principio, pero enseguida lo recuerdan”, señaló.

Aunque la temporada se presenta con menos nieve natural, la base del cerro cuenta con fabricación de nieve artificial, lo que permite garantizar el desarrollo de la actividad. “Eso fue clave desde el año pasado. Nos permite seguir funcionando incluso en inviernos secos”, explicó Montenegro.
El impacto del programa excede lo recreativo. Muchos jóvenes que participaron en años anteriores hoy trabajan en el cerro, en áreas como rental, gastronomía o logística. “Eso demuestra que el sentido de pertenencia se construye desde lo vivencial. Queremos que los chicos entiendan que la montaña también es de ellos”, sostuvo.
En un contexto económico desafiante, Montenegro destacó la decisión del Ejecutivo municipal de sostener el programa. “No es menor que estemos funcionando un año más. Hay que remarcarlo. Es una apuesta por la inclusión, por la igualdad de oportunidades. Por abrir caminos donde antes había barreras”, afirmó.
El Programa de Esquí Social no solo enseña a esquiar: promueve el acceso a un espacio natural central en la vida barilochense, rompe prejuicios y amplía horizontes. “Las montañas no están solo para ser contempladas. También están para ser vividas. El esquí puede ser recreación, pero también una puerta hacia la formación, el trabajo y la identidad”, concluyó.
