
Cinco imputados en Bariloche: uno estaba prófugo, escondido en un altillo
Una banda fue desbaratada tras una persecución y varios allanamientos en El Frutillar. Uno de los detenidos estaba prófugo desde diciembre y tenía una condena previa.
Una serie de allanamientos en el barrio El Frutillar derivó en la imputación de cinco personas por su presunta participación en múltiples delitos, entre ellos tenencia ilegal de arma de fuego de guerra, encubrimiento agravado, evasión y receptación dolosa. El operativo, realizado tras un robo ocurrido el miércoles (9/7), incluyó el hallazgo de un arma 9 mm con numeración limada, municiones, objetos robados y hasta chalecos policiales.
El procedimiento más significativo tuvo lugar en una vivienda de calle Michay, donde efectivos policiales encontraron una pistola Beretta 9 mm con 15 balas en su cargador, municiones sueltas en una caja y marcas evidentes de disparos recientes en el patio. Pero el hallazgo más llamativo fue el de un hombre escondido en un altillo: estaba prófugo desde diciembre de 2024, tras romper la tobillera electrónica que portaba por orden judicial.
Ese sujeto ya había sido condenado a 4 años y 10 meses de prisión por un violento intento de robo ocurrido el 31 de agosto del año pasado en barrio Las Victorias, cuando junto a otros cómplices interceptó a una pareja frente a su casa. En ese ataque, una de las víctimas fue amenazada con un arma de fuego y les robaron las llaves del domicilio. Aunque los delincuentes escaparon en un auto, fueron detenidos minutos después por personal de la Subcomisaría 80.
Tras su fuga, el prófugo permaneció oculto hasta ser descubierto durante el reciente allanamiento. La justicia revocó el beneficio de prisión domiciliaria y ordenó que cumpla la pena en un establecimiento penitenciario.
Además, en la misma causa fueron imputadas dos mujeres por encubrimiento agravado: la fiscalía sostiene que ambas ocultaron intencionalmente al prófugo y escondieron teléfonos celulares pertenecientes a los acusados entre sus prendas mientras se desarrollaba otro allanamiento en Michay 905.
El hecho que originó la investigación se remonta a un hurto registrado el pasado 9 de julio. Una vecina denunció que una persona descendió de un Fiat Cronos y le robó pertenencias del interior de su vehículo. El episodio quedó registrado en cámaras de seguridad. La víctima reconoció luego el auto y lo siguió, pero durante la confrontación recibió disparos que impactaron en su vehículo. Esa secuencia desencadenó los allanamientos que pusieron en evidencia la trama delictiva.
En los operativos, se secuestraron múltiples elementos de procedencia dudosa: una billetera con DNI y dinero denunciados como robados, equipos profesionales de sonido, documentación de terceros, dispositivos electrónicos sin respaldo legal y chalecos policiales.
Todos los imputados fueron asistidos por un defensor particular, quien rechazó la atribución de dos de los hechos y cuestionó la legalidad de los procedimientos.
El juez de Garantías dio por formulados los cargos y otorgó un plazo de cuatro meses para desarrollar la investigación preliminar. Para dos de los acusados —ambos con condenas condicionales anteriores— ordenó prisión preventiva mientras avanza la causa.