Río Negro apuesta a la lenga para restaurar sus bosques nativos tras los incendios
La provincia fortalece la producción de lenga, especie clave para restaurar bosques tras incendios, mediante técnicas de laboratorio y viveros locales.
La lenga, un árbol nativo de la Patagonia argentina que crece principalmente en zonas altas y frías, se ha convertido en una pieza central en los planes de restauración forestal de la provincia de Río Negro. Frente al avance del cambio climático y el impacto devastador de los incendios, la provincia ha decidido intensificar su producción mediante técnicas de reproducción en laboratorio y la articulación con viveros especializados.
La iniciativa, liderada por la Subsecretaría de Producción Forestal del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo, tiene como objetivo fortalecer los bosques nativos con ejemplares adaptados a las condiciones locales. “Esta especie tiene un gran potencial para enfrentar los efectos del cambio climático y los incendios forestales”, afirmó Claudia Contreras, titular del área.
Uno de los centros neurálgicos de este proyecto es el vivero de Viedma, donde el equipo técnico trabaja en la propagación de lenga a partir de métodos vegetativos. Esto permite multiplicar plantas sin necesidad de semillas, que suelen ser escasas debido a la irregularidad de su producción y a la inaccesibilidad de las zonas donde crece la especie.
“Reproducir lenga en nuestro laboratorio es un paso clave para avanzar en una producción provincial que nos permita responder ante emergencias ambientales con especies nativas y resilientes”, explicó el ingeniero agrónomo Mauricio Vocos, encargado del laboratorio del vivero.
El desafío no es menor. Como destacó el ingeniero Darío Schumann, “los bosques de lenga fueron muy afectados por los incendios y son los más difíciles de regenerar”. Ante esta dificultad, el equipo técnico trabaja en ensayos de micropropagación para garantizar la supervivencia y el crecimiento de nuevos ejemplares.
La estrategia forma parte de una línea de trabajo que busca incorporar especies autóctonas en los planes de forestación de toda la provincia. Además, se articula con viveros de otras regiones del país para ampliar la biodiversidad y mejorar la capacidad de respuesta ambiental de Río Negro frente a fenómenos extremos.
