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Psicofísico para políticos: “Un concejal se puede drogar y en la semana sentarse acá con ideas brillantes”

El debate en torno al proyecto que obligaría a la planta política a someterse a exámenes sumó otra polémica. Tomás Hercigonja defendió la posibilidad de consumir durante los fines de semana.

Psicofísico para políticos: “Un concejal se puede drogar y en la semana sentarse acá con ideas brillantes”

El debate en torno al proyecto que obligaría a la planta política a someterse a exámenes sumó otra polémica. Tomás Hercigonja defendió la posibilidad de consumir durante los fines de semana.

La Comisión de Gobierno y Legales volvió a trabajar sobre el proyecto de ordenanza que establece un certificado psico físico para la planta política. En ese marco, una reflexión de quien dirige ese espacio, el oficialista Tomás Hercigonja (PRN), generó sonrisas cómplices en algunos y un marcado rechazo por parte de otros concejales. 

La iniciativa corresponde al concejal Facundo Blanco Villalba (PUL) quien, en primera instancia, recibió las quejas de los integrantes de la mesa por el tono de los videos con los que explica su tarea legislativa. Sin embargo, en esa seguidilla de reproches, una consecución de frases de Hercigonja lo alejaron del centro de la polémica. 

“Tengo otra visión del tema de la droga”, anticipó quien preside esa comisión. “Yo consumo droga, creo que la peor de las drogas porque es el inicio: es el alcohol”, reveló ante la sorpresa de sus colegas. Hercigonja remarcó que el alcoholismo no se encuentra estipulado en esta nueva propuesta de ordenanza y dijo que los grandes consumidores, al no “satisfacer” su necesidad, continúan “con otro tipo de sustancias”.

Luego volvió sobre su caso particular: “cuando como un asado tomo vino y, sin perder el sentido, me pongo a cantar, a hacer un montón de cosas y no estoy drogado”. También analizó que el proyecto de Blanco Villalba “invade un poco la propiedad privada” y continuó: “invade la privaticidad (sic) de las personas porque nadie me garantiza que alguien drogado no pueda sentarse acá”, dijo acerca de la silla que ocupa en el Deliberante. Para defender su tesis afirmó que un concejal “puede tener un problema familiar que necesita olvidarse (sic), el fin de semana se puede drogar y toda la semana se puede sentar acá con ideas brillantes”.

Lejos de detenerse en una alocución que desvió por completo el debate original, Hercigonja se reconoció como un “consumidor” y, a modo de ejemplo, se refirió al músico Charly García que “fue un genio cuando estaba bajo los efectos de la droga”. Muchos de los presentes acompañaron con sonrisas cómplices, aunque hubo quienes tomaron distancia de inmediato. 

“Simplificar la cuestión es banalizarla”, aseguró Samantha Echenique (JxC) para rechazar el caso de García como un genio en medio de un problema de adicciones. Poco a poco la concejal se vio afectada por lo sucedido y habló de un problema personal con la voz entrecortada. “Cada cosa en su lugar, tenemos una función, la tenemos que cumplir y, éticamente, con responsabilidad”, agregó.

De inmediato Hercigonja tomó la palabra y reconoció que el célebre músico es “una persona enferma pero no es que haga las cosas mal” y garantizó que no había querido hacer apología de la droga “como pretenden imponer”. Y retrucó: “si uno de nosotros, el fin de semana consume, y al otro día puede sentarse acá, por qué no (hacerlo)”.

A esa altura los rostros de algunos de sus colegas habían cambiado por completo. Roxana Ferreyra (Nos Une) consideró que la reflexión del hombre del PUL no era seria. “Una persona adicta es una persona enferma”, le explicó y dijo que, más allá de la admiración por la obra de García, “eso no separa que la droga lo haya llevado al estado en el que está hoy”. “Tratemos las cosas con seriedad”, le reclamó.

La compañera de bloque de Hercigonja, Mary Coronado, en cambio, apuntó sus cañones hacia el autor del proyecto. Acudió a una tragedia familiar y dijo que hablar de adicciones, en lo personal, le resultaba “muy doloroso”. Pero al referirse a la posibilidad de que la planta política se someta a una prueba clínica le requirió: “hágase cargo y páguemelo”.

A esta altura, Blanco Villalba se vio superado por la escena. Es que minutos antes de la intervención de Hercigonja, los reclamos en su contra se referían a sus formas de comunicar en las redes sociales. Es por eso por lo que -una vez más- se subió a la discusión y acusó al resto de banalizar el proyecto. Luego se dirigió al concejal del PUL y le comentó: “te quiero mucho, pero no me des material para los videos”. En ese marco es que les pidió a sus colegas que no introduzcan cuestiones personales porque la iniciativa busca “alejar las adicciones del Estado”.

“No lo cubre la obra social, trabajo en una obra social”, le dijo Coronado a Villalba acerca del pago de los testeos.

El proyecto

Antes de las escandalosas afirmaciones del hombre de confianza del intendente Walter Cortés, Blanco Villalba reiteró que su proyecto busca pedir un certificado -obligatorio- con una prueba psico física para la planta política. “El objetivo es elevar la vara”, confió acerca del control sobre quienes administran fondos públicos “y toman decisiones por el bien o por el mal de todos nuestros vecinos”.

El concejal de Primero Río Negro insistió en que un cargo público “no es una beca” sino una alta responsabilidad que debe ser tomado con la altura que corresponde. 

Una de las críticas hacia el concejal provino desde Juntos Somos Río Negro. Juan Pablo Ferrari le reprochó haber difundido un mensaje que hablaba de “separar la droga de la política” y le dijo que de esa manera “nos mete a todos en una bolsa de la que no quiero ser parte”.

“Lo invito a que nos hagamos los análisis que quiera, hoy mismo”, desafío Ferrari para luego referirse a la campaña en redes sociales con la que Blanco Villalba buscó apoyo para su idea de “separar la falopa de la política”.

El presidente del Concejo Municipal, Gerardo del Río (PUL), consideró que el método de comunicación es “ofensivo” y le preguntó por el objetivo real: “traer un proyecto para que lo discutamos y salir a descalificarnos, o quiere hacer algo positivo”. Seguidamente mencionó quién se haría cargo del costo de los testeos, una situación que no habría sido tenido en cuenta al momento de reformular la letra original.

Ferreyra también intervino y propuso un proyecto para mejorar el funcionamiento del Centro de Prevención de Adicciones (CPA) del Municipio. “El proyecto busca tapas en los medios de comunicación”, analizó para luego decirle que este tipo de normas no generan cambios genuinos en la sociedad. Por otro lado, le solicitó un informe técnico que pudiera avalar que los funcionarios que “meten la mano en la lata” están vinculados a casos de adicciones.

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