
Críticas al referéndum de Cortés: “No se puede gobernar por encuesta”
Totonelli y Echenique cuestionaron la consulta popular impulsada por el intendente barilochense. Alertan sobre el vaciamiento del Concejo y la fragilidad de la propuesta.
El intento del intendente Walter Cortés de legitimar diez proyectos de gestión a través de un referéndum popular encontró rápido eco en el Concejo Municipal, pero no precisamente el que esperaba. Dos voces de la oposición, las concejales Laura Totonelli (JSRN) y Samanta Echenique (JxC), expresaron serios reparos sobre la propuesta, advirtiendo que detrás de la convocatoria no hay una estrategia de participación ciudadana genuina, sino una maniobra de desplazamiento del poder deliberativo.
Luego de la conferencia de prensa donde Cortés anunció su intención de impulsar la consulta, el Ejecutivo no remitió al Concejo ningún documento formal. Este dato no es menor para Totonelli, quien fue enfática: “En los papeles no hemos visto nada. Las instituciones hablan a través de los papeles, no de los micrófonos”. Según la edil, el anuncio fue más una "expresión de deseo" que un proyecto institucionalizado. “El intendente lanza una idea y espera ver cómo reacciona el Concejo. Eso habla de improvisación”, sostuvo.
Totonelli también se detuvo en la manera en que el propio Ejecutivo nombra el proceso: “Esto no es una consulta popular, es un referéndum. Y eso tiene otro peso institucional y otra lógica democrática. No se puede minimizarlo como si se tratara de una simple encuesta”, afirmó. A su juicio, los referéndums están pensados para temas donde la ciudadanía está fuertemente dividida y donde la resolución política resulta especialmente compleja. “Nada de eso ocurre acá. Muchas de las iniciativas que quiere someter a votación están frenadas por falta de trabajo del oficialismo en comisiones”, disparó en el móvil de Radio Con Vos Patagonia.
En ese sentido, subrayó que varias de las propuestas —como la regulación de plataformas de transporte, la venta de tierras municipales o la licitación del cerro Catedral— son asuntos que el Ejecutivo podría resolver por otras vías, sin necesidad de trasladar la responsabilidad al electorado. “Hay cosas que el intendente puede decidir con una resolución, otras que se podrían trabajar en el Concejo si se gestionaran con responsabilidad. Esto es más bien una fuga hacia adelante”, afirmó.
Uno de los ejes más críticos del análisis de Totonelli apunta al rol político del intendente. “Hay una falta de liderazgo evidente. Gobernar es también gestionar los desacuerdos. Sentarse con los distintos actores. Lo que hace Cortés es eludir el conflicto, disfrazándolo de democracia directa”, explicó.
En paralelo, alertó sobre la transparencia del proceso. Según dijo, el Ejecutivo piensa utilizar recursos públicos de prensa y comunicación institucional para promover su posición en el referéndum, sin asegurar que los vecinos puedan acceder a visiones contrapuestas. “Si el Estado toma partido en una consulta popular, no hay posibilidades de cuidar la equidad. Eso erosiona la credibilidad del proceso desde el inicio”, sostuvo.
Y fue aún más tajante. “Lo que está haciendo el intendente es trasladar a la ciudadanía la carga de gobernar. Y eso no es bueno. Para eso existe el sistema representativo. Si delegamos todo en la voluntad del pueblo sin el debido proceso, vaciamos de sentido al Concejo y al propio rol del Ejecutivo”, concluyó.
Echenique: “Puede ser útil como insumo político”
Desde una óptica más matizada, la concejala Samanta Echenique también expresó reparos sobre la propuesta. “Tiene dos niveles de análisis: el normativo y el político. El normativo hay que estudiarlo con detalle, pero el político es más inmediato”, explicó antes de la sesión ordinaria de este jueves. A título personal, dijo no ver mal la idea de una consulta como “instrumento de sondeo de opinión”, aunque remarcó que se deben clarificar muchos aspectos antes de avanzar.
“La Carta Orgánica no es del todo clara sobre los alcances del referéndum. No sé si puede salir por resolución o debe pasar por el Concejo. Hay que revisar los artículos a fondo para dar una respuesta seria”, admitió. Aun así, planteó que existen métodos alternativos, como implementar una votación digital a través de la web oficial del municipio o mediante una aplicación con validación de identidad.
Para Echenique, una consulta puede servir como termómetro social, especialmente cuando desde la función pública se pierde sensibilidad sobre las prioridades de la ciudadanía. “A veces uno se enfrasca en los temas institucionales y se desconecta del pensamiento general. Un insumo así puede ser valioso”, reconoció.
Sin embargo, advirtió que cualquier resultado debería traducirse en proyectos de ordenanza. “Un referéndum te da un sí o un no, pero después hay que regular. Si la gente vota a favor de las apps, por ejemplo, necesitás una norma que establezca cómo se habilitan, cómo tributan, cómo operan”, detalló.
También reconoció que algunos temas del paquete —como el destino de los pinos en la costanera— son abiertamente polémicos, con posiciones encontradas en la comunidad e incluso con fallos judiciales vigentes. “Ahí no se trata solo de consultar, sino de respetar la institucionalidad y la ley”, señaló.