Bajo sospecha: Denuncian que el Municipio compró una planta de hormigón al triple de su valor en dólares
La operatoria quedó registrada en una Resolución del pasado viernes. La comuna le pagará 192 millones de pesos a una empresa que se inscribió en agosto y se presentó a través de una concesionaria.
La adquisición de una planta dosificadora de hormigón promete una nueva polémica en torno a las compras que realizó el Ejecutivo Municipal en los últimos nueve meses. En esta oportunidad la operatoria incluyó una consulta a tres proveedores pero el único que respondió fue una firma dedicada a la compra venta de automóviles encargada de introducir a una sociedad que, recién en agosto de este año, se inscribió en la AFIP para la venta de “máquinas, equipos e implementos de uso especial”.
La compra se oficializó el pasado viernes 30 de agosto a través de una resolución de Intendencia. En el texto el intendente Walter Cortés autoriza a Contaduría General a emitir una orden de pago por 192 millones de pesos, tras un proceso que duró menos de un mes. En ese lapso la comuna consultó por correo electrónico a la empresa de maquinaria agrícola Nordemaq, la de autoelevadores Grúas San Blas y terminó por aceptar la única respuesta que recibió: la de “F&J SAS”, que se presentó a través de la concesionaria Del Rey Automotores, con sede en Neuquén capital.
La maniobra no pasó desapercibida para el arco político local. En especial para el concejal Leandro Costa Brutten (Incluyendo Bariloche), quien este lunes llevó el caso ante el Tribunal de Contralor con una denuncia por sobreprecio y “triangulación” en aquel acto de compra directa. En diálogo con este medio, el concejal habló de la existencia de una “empresa fantasma” durante el procedimiento administrativo e incluso se refirió a un “burdo mecanismo” ya que ninguna de las empresas consultadas se dedica a la venta de plantas de hormigón.
“En una maniobra de extrema gravedad, aparece para el cobro una empresa fantasma sin haber participado siquiera del procedimiento de compra”, acusó y dijo que la consulta comercial -mencionada en la resolución- fue solo una simulación. Según la documentación de la AFIP que pudo consultar este medio, en agosto de este año la sociedad F&J añadió una nueva categoría para conformarse como proveedora de equipos pesados. Un dato no menor es que la oferta del municipio se realizó el 31 de julio pasado.
Costa Brutten también se refirió a fallos en el proceso administrativo. Explicó que no existió una resolución de adjudicación de compra, que debe ser anterior a la autorización de pago. También destacó que la comuna tendría que haber contado con tres presupuestos más allá de no lograr respuestas positivas de quienes fueron consultados. Además puntualizó sobre la falta de información acerca de la maquinaria a comprar y la ausencia de un precio de referencia. “La empresa F&J SAS no resulta ser ninguno de los requeridos vía mail por el Departamento de Compras y Suministros”, añadió sobre una firma que –por si fuera poco- tampoco se encuentra inscripta en el Registro Público de Proveedores del Municipio.
A este cúmulo de sospechas, que deberán ser analizadas en profundidad por el Contralor, se suma la cuestión del costo de la maquinaria. La resolución oficial solo menciona una planta dosificadora de hormigón por la que ofreció pagar 192 millones de pesos, unos 193.728 dólares al tipo de cambio oficial de la fecha. Sin embargo, una rápida búsqueda por el sitio de compras Mercado Libre permite encontrar el mismo equipo por sumas que van desde los 52 mil a los 54 mil dólares. Ahora quedará por conocer el informe contable que esclarezca si el monto a debitar de las cuentas públicas es el correcto.
Los motivos
Más allá de las dudas en torno a la operatoria de compra, en la resolución que oficializa la adquisición de la planta se menciona la intervención del vicejefe de Gabinete, Carlos Iglesias, quien manifestó la “necesidad y urgencia” de contar con ese equipo para pavimentar calles y “mejorar la transitabilidad, modernizando de esta forma la ciudad”.
Entre los fundamentos se volvió a explicar que la mayoría de las calles de la ciudad son de ripio y que sufren un gran deterioro. Es por este motivo que decidió encarar un plan de pavimentado de las calles “más transitadas”, aunque no se brindaron precisiones acerca de cuáles formarán parte de ese selecto grupo ni cuántas cuadras serán alcanzadas.