Bariloche apuesta a la energía solar con el primer parque fotovoltaico de la región
La instalación del parque fotovoltaico en Bariloche complementará el nuevo abastecimiento eléctrico de la región, reduciendo la dependencia de fuentes térmicas.
El secretario de Energía de Río Negro, Néstor Pérez, reveló en una entrevista con Radio Con Vos Patagonia que Bariloche se prepara para dar un gran paso hacia la sostenibilidad energética con la instalación de un parque fotovoltaico. Este proyecto, que ya está en fase de estudios preliminares, tiene como objetivo complementar la nueva línea de alta tensión ALIPIBA II, actualmente en construcción, y reducir significativamente la dependencia de fuentes térmicas en la región.
La línea de alta tensión ALIPIBA II (Aluminé, Pilcaniyeu, Bariloche) es una de las obras más ambiciosas que se han emprendido en la provincia de Río Negro para resolver los problemas de abastecimiento energético que afectan a Bariloche y localidades vecinas. Con una planificación que abarca 36 meses, esta infraestructura busca duplicar la capacidad de suministro eléctrico, permitiendo un crecimiento sostenido de la demanda en sectores clave como el Parque Industrial y Tecnológico de Bariloche, el cerro Catedral y numerosos emprendimientos turísticos.
Desde su inicio en julio de 2023, la ejecución de ALIPIBA II ha enfrentado desafíos, principalmente derivados de la alta inflación que impactó al país en los últimos meses. Pérez explicó que, aunque la obra avanza de acuerdo con el cronograma, la actualización de los costos para los contratistas es un tema que aún debe resolverse con el Gobierno Nacional. "A los contratistas todavía se les sigue pagando con el precio del inicio de obra, a pesar de que en el medio sufrimos toda la inflación de diciembre y del primer semestre del país", comentó el funcionario.
A pesar de estas dificultades, el financiamiento de la obra está asegurado gracias al Fondo de Transporte de Energía Eléctrica (FOTAE), lo que garantiza la continuidad de los trabajos. “El fondo tiene recursos, con lo cual no es que no exista financiamiento para llevarla adelante, simplemente es una cuestión de aprobación que tiene que hacer la Secretaría de Energía, de aprobar las alícuotas que ya se le han presentado y que están reclamando los contratistas”, detalló Pérez.
Uno de los aspectos más destacables de ALIPIBA II es la complejidad logística que implica la instalación de las torres de alta tensión en un terreno montañoso y diversificado. Para resolver estos desafíos, la empresa TEL3, encargada de la construcción de las líneas de alta tensión, optó por utilizar torres reticuladas, un tipo de estructura que se arma directamente en el lugar debido a la dificultad de transportar columnas de cemento en zonas de difícil acceso.
“Las torres reticuladas se importan desde China, y ya hemos avanzado con las fundaciones en el terreno, luego de hacer todos los estudios de suelo necesarios”, explicó Pérez. Estas torres, que se ensamblan en sitio, permiten una mayor adaptabilidad a las condiciones del terreno, donde en muchos casos las cuatro bases de una torre se encuentran a diferentes alturas debido a las pendientes. Este nivel de detalle en la planificación y ejecución es esencial para asegurar la estabilidad y durabilidad de la infraestructura.
El futuro energético de la región
Además de la construcción de las líneas de alta tensión, el proyecto incluye la creación de una nueva estación transformadora en la zona de Dina Huapi, un punto estratégico que permitirá mejorar la distribución de energía en toda la región. Este trabajo, a cargo de otro contratista, comenzará una vez que las condiciones climáticas lo permitan, dado que el invierno en la zona impone restricciones significativas en la ejecución de obras al aire libre.
La finalización de ALIPIBA II y la puesta en marcha del parque fotovoltaico no solo mejorarán la capacidad de abastecimiento en Bariloche, sino que también traerán beneficios a Villa La Angostura y otras localidades que actualmente dependen casi en su totalidad de la generación térmica. "Hoy, en Villa La Angostura, el 100% de la generación es térmica, en base a gasoil y gas. Con esta nueva línea y el parque fotovoltaico, estamos buscando alternativas más limpias y sostenibles", señaló Pérez.
El proyecto fotovoltaico, ubicado en la entrada de Bariloche, se encuentra en sus etapas iniciales, pero se vislumbra como un componente clave para complementar la oferta energética, especialmente durante los mantenimientos preventivos de la central de Alicurá. Este parque permitirá retirar de servicio la central térmica que actualmente respalda el suministro en la ciudad, disminuyendo así las emisiones de gases contaminantes y promoviendo un modelo energético más limpio.
A medida que la obra avanza, el desafío principal sigue siendo la actualización de costos para los contratistas. Sin embargo, Pérez se mostró optimista acerca de la resolución de este asunto y destacó el compromiso de las empresas involucradas en cumplir con los plazos establecidos. "La idea es que para fin de año, para el verano, ya se estén empezando a levantar algunas torres o la mayoría de ellas", afirmó.
Con la finalización de ALIPIBA II y la implementación del parque fotovoltaico, Bariloche estará preparada para un futuro energético más robusto, capaz de soportar el crecimiento económico y turístico de la región sin los problemas de suministro que han caracterizado el pasado.
*Imagen ilustrativa