
Argentina GNL: la startup barilochense que colabora con el proyecto energético desde el fondo del mar
Pancora Robótica Submarina, un emprendimiento de Bariloche, participa con sus cámaras en las misiones subacuáticas del proyecto energético Argentina GNL en Río Negro. No te pierdas el video.
Una cámara desciende lentamente hasta los 50 metros de profundidad. Allá abajo, en la oscuridad del lecho marino del Golfo San Matías, aparecen anémonas, erizos, estrellas de mar. Más allá, cangrejos, peces y, con algo de suerte, algún lobo marino o un delfín. Todo queda registrado por las cámaras subacuáticas de un equipo barilochense que, desde 2023, recorre el fondo del mar contratados por empresas que trabajan para el megaproyecto Argentina GNL.
Leonardo Leocata es uno de los fundadores de Pancora Robótica Submarina, un emprendimiento nacido en Bariloche que se dedica a diseñar y operar tecnología para exploración subacuática. Junto a sus socios, Mariano Nowakowski y Mariana Kozulj, fue contratado por una de las firmas responsables de los estudios de impacto ambiental y arqueología subacuática vinculados a la obra de infraestructura energética que prevé llevar el gas de Vaca Muerta al mundo, con epicentro en la costa rionegrina.
“Esta fue nuestra tercera campaña en el golfo. Nos convocan para hacer filmaciones específicas en los lugares donde pasarán los ductos, y esas imágenes luego las analizan biólogos o arqueólogos según el objetivo del estudio”, explica Leocata, en diálogo con Radio Con Vos Patagonia.
La experiencia, dice, es fascinante: “Yo me pasaría horas viendo lo que filma la cámara, es como sumergirse en otro mundo. En una ocasión nos rodeó un grupo enorme de delfines, filmamos todo desde el bote”.
La tarea no es sencilla: la cámara debe mantenerse a una altura constante, casi rozando el lecho marino, pese al oleaje y las irregularidades del fondo. Para lograrlo, desarrollaron un sistema de control en tiempo real que permite a uno de los operadores regular la profundidad mientras otro observa la imagen transmitida en vivo. Incluso probaron lentes de realidad virtual para facilitar el monitoreo, aunque finalmente optaron por pantallas directas por su mayor practicidad.
Cada misión implica coordinación precisa, resistencia al frío, horas de navegación y atención permanente. “Filmamos desde el punto A al punto B siguiendo coordenadas GPS que nos dan los técnicos. Cada recorrido lo hacemos en línea recta, lento, para que se vea todo con claridad”, detalla Leocata.
Los datos que obtienen son utilizados para preservar tanto la biodiversidad como el patrimonio histórico sumergido. “En los estudios arqueológicos tiene que haber un arqueólogo mirando en vivo lo que filmamos, por si aparece alguna estructura hecha por el hombre. No se puede construir sin antes saber qué hay abajo del agua”, señala.
El proyecto energético
Argentina GNL (LNG por sus siglas en inglés) es una de las apuestas más ambiciosas del país para convertir a Vaca Muerta en una plataforma de exportación global de gas natural licuado. Implica la construcción de un oleoducto desde la Cuenca Neuquina hasta la costa atlántica rionegrina, en cercanías de Punta Colorada, donde se instalará una planta de licuefacción y un puerto de aguas profundas. La inversión prevista supera los 7.000 millones de dólares, con proyecciones de exportación para 2027.
La magnitud del proyecto exige estudios ambientales rigurosos, y es ahí donde la tecnología desarrollada en Bariloche entra en juego. “Nosotros fabricamos nuestros propios equipos, los vendemos, los mejoramos. Si no estamos en campaña, estamos en el taller diseñando algo nuevo”, dice Leocata con entusiasmo.
Pancora Robótica nació con una premisa: crear soluciones desde la Patagonia para explorar sus propios ecosistemas. “Somos rionegrinos, eso pesa. Pero no garantiza nada: hacemos presupuestos, competimos, a veces nos eligen, otras no. Por ahora tuvimos la suerte de poder estar”, confiesa Leocata.
Más allá del rédito económico, hay una motivación más profunda que empuja al equipo a seguir: “Esto es algo que haríamos por amor. Ver lo que ocurre allá abajo, contribuir con lo que sabemos hacer, ser parte de algo más grande… Es un privilegio”. Mientras el país debate cómo potenciar sus recursos naturales sin repetir errores del pasado, desde el fondo del mar, un grupo de barilochenses aporta lo suyo: innovación, compromiso y una mirada atenta al entorno.