Encontraron sin vida a Franco Luengo, acusado por asesinato en una fiesta clandestina
Franco Luengo, prófugo desde hacía 10 meses por el crimen de Brian Obreque, fue hallado muerto este miércoles en una vivienda del barrio Virgen Misionera.
El cuerpo sin vida de Franco Luengo, el joven que era intensamente buscado por el asesinato de Brian Emanuel Obreque ocurrido en junio de 2024, fue encontrado este miércoles por la tarde en una vivienda del barrio Virgen Misionera, en el oeste de la ciudad.
El hallazgo se produjo en un inmueble ubicado sobre una calle sin salida a la que se accede desde Jaime Dávalos, a la altura del kilómetro 7 de la avenida de los Pioneros. Hasta allí llegaron la fiscal en jefe, Betiana Cendón, y el fiscal Gerardo Miranda para supervisar el trabajo pericial en el lugar.
Según informó el Ministerio Público Fiscal, la identidad del fallecido fue confirmada tras un análisis papiloscópico (estudio de huellas dactilares), cuyos resultados fueron cotejados con la base de datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper).
El cuerpo fue hallado en horas del mediodía dentro de la vivienda y posteriormente trasladado a la morgue judicial, donde se le practicará la autopsia este jueves por la mañana. Las fuentes oficiales indicaron que, en principio, el cadáver no presentaba signos evidentes de criminalidad, aunque la causa de muerte será determinada en las próximas horas.
Luengo estaba prófugo desde hacía más de diez meses y era el principal sospechoso de haber asesinado a puñaladas a Brian Obreque, durante una fiesta clandestina organizada por redes sociales en el barrio de las 270 Viviendas. El crimen ocurrió en la madrugada del 2 de junio de 2024.
Obreque recibió tres puñaladas letales en presencia de varios jóvenes que asistían al evento. Desde entonces, la Policía de Río Negro y la fiscalía intentaban dar con el paradero de Luengo, hasta que su cuerpo fue finalmente encontrado este miércoles.
La víctima
Brian Emanuel Obreque tenía 24 años y había llegado a San Carlos de Bariloche en busca de nuevas oportunidades laborales. Era oriundo de Fernández Oro, una localidad del Alto Valle de Río Negro, y trabajaba como promotor en un local ubicado sobre la calle Mitre, en pleno centro.
Hacía más de siete meses que se había instalado en Bariloche. Allí vivía en una casa situada sobre la calle Otto Goedecke, en la que compartía techo con una familia que, según sus allegados, lo había recibido con cariño y con quienes había forjado un fuerte vínculo.
En el archivo de la agencia ANB todavía se encuentra el testimonio de Vanesa Obreque, hermana de la víctima, quien había expresado el profundo dolor que atravesaba la familia tras el crimen: “El dolor de la familia es inmenso. Yo fui una de las hermanas que más conoció su historia, desde muy chiquito, todo lo que él sufrió”.
Vanesa también recordó que Brian había pasado un tiempo en Cipolletti, donde vivió con ella antes de volver a Bariloche. “Después decidió irse a una casa que le prestaron. Trabajaba de vendedor ambulante allí, trabajaba en una tienda. A pesar de todas las cosas, siempre estábamos en contacto con mi hermano. Brian quería mucho a mis hijos”, contó en ese entonces.
La mujer lo describió como una persona solidaria y muy unida a su familia.
