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Un fallo judicial declaró culpable a Walter Cortés en un caso de violencia laboral en el Municipio

La sentencia de la Cámara Primera del Trabajo intima al Intendente a realizar una capacitación en prevención y erradicación de la violencia.

Un fallo judicial declaró culpable a Walter Cortés en un caso de violencia laboral en el Municipio

La sentencia de la Cámara Primera del Trabajo intima al Intendente a realizar una capacitación en prevención y erradicación de la violencia.

Una denuncia contra el intendente Walter Cortés logró una sentencia que intima al jefe comunal a certificar una capacitación en prevención y erradicación de la violencia laboral y de género. El caso que originó el reclamo sucedió meses atrás durante una reunión entre funcionarios y referentes del sindicato de los trabajadores municipales.

El fallo en cuestión fue publicado el pasado 13 de agosto y relata la decisión tomada por los jueces Juan Lagomarsino, Alejandra Autelitano y Alejandra Paolino, aunque esta última magistrada se abstuvo de emitir opinión. La resolución judicial se logró en un escrito de 14 páginas y resuelve que, además de la intimación a Cortés para que tome un curso con certificación de un organismo oficial, las próximas reuniones que mantenga el jefe comunal con los denunciantes se registren en video con la presencia de un conciliador laboral

La acusación surgió de parte de seis miembros de la Comisión Directiva del Soyem, quienes fueron agredidos por el Intendente Municipal durante una reunión de trabajo que tuvo lugar el pasado 12 de marzo. Los denunciantes aportaron testimonios con el detalle del violento accionar del jefe comunal, mientras que Cortés –según explicaron los jueces- no realizó una “negativa categórica y precisa” respecto a la demanda.

Para los jueces, el Intendente solo aportó una negativa general y con respuestas “evasivas” que fueron consideradas como un reconocimiento de la denuncia en su contra, teniendo en cuenta que Cortés cargaba con la responsabilidad de especificar con claridad los fundamentos de su defensa. También se mencionó que Cortés adoptó una posición en la que no dimensionó la gravedad, ni el alcance de su conducta y expresiones.

Luego de analizar la demanda y la contestación, Autelitano entendió que se acreditó la conducta del Intendente hacia los denunciantes que fueron catalogadas de violencia laboral e institucional “lesiva de los derechos humanos, el trabajo digno y la dignidad de las personas”. Además puntualizó que todo se agravó por la asimetría de poder y “el menoscabo a los derechos protegidos a una vida sin violencia laboral y sin discriminaciones”.

La sentencia describe además que los ambientes libres de violencia son un derecho reconocido por disposiciones dictadas a nivel internacional, nacional, provincial y municipal. Es por eso que la Cámara apuntó a disponer medidas no solo reparatorias, sino “preventivas, ejemplificadoras y de concientización”.

La denuncia

El hecho que llegó a la Cámara Laboral sucedió en marzo de este año en la Sala de Situación de la Intendencia Municipal. En ese lugar las partes concretaban una reunión pactada para exponer la preocupación de los trabajadores por declaraciones de Cortés ante la posibilidad de modificar el Estatuto Municipal. Fue en ese marco que el jefe comunal ingresó imprevistamente y comenzó a gritarles a los asistentes.

En la ocasión, Cortés increpó a la secretaria adjunta del Soyem, María Fernanda Alonso, y la señaló con el dedo “en forma insistente, intimidatoria y amenazante”, destacando además que se refirió al hermano de la dirigente, quien trabaja en la delegación Catedral, y lo acusó de ser “un jodido, un vago, que me hizo renunciar a dos y se cree que el dueño de la maquina”.

Pero las acusaciones no terminaron allí porque luego dijo que “los municipales son todos unos vagos, fichan y se van, son unos vivos. Ustedes defienden a los vagos" e impidió que se continúe con la reunión. También se expuso que, al reclamársele respeto, Cortés golpeó con fuerza la mesa, se puso de pie y volvió a vociferar: “son todos una mierda, son todos unos vagos, los voy a hacer mierda”, para luego amenazar con dar de baja el Estatuto y agregar “que iba a hacer lo que se le cante el culo”.

Antes de retirarse de la sala, el jefe comunal les repitió: “son toda una mierda, son toda una mierda” y a continuación un asistente de la Intendencia cerró con fuerza la puerta. Toda la situación fue presenciada por el ex jefe de Gabinete, Héctor Leguizamón Pondal, la asesoira letrada Yanina S{anchez  y la subsecretaria de Recursos Humanos, Valeria Silva.

La defensa

Al momento de responder a la demanda, Cortés centró su informe en negar las acusaciones en su contra. Dijo que el encuentro fue espontáneo y recalcó la buena fe de su parte en llevar adelante la reunión, a la que calificó de “acalorada”. Acerca de sus dichos, reconoció que no intentó ofender ni hacer sentir mal a ninguna de las personas participantes del encuentro. También afirmó que se retiró del lugar, a fin de evitar que se tomara a mal alguna de sus expresiones.

A continuación, en el trámite judicial, el Intendente ofreció sus disculpas a los denunciantes y resaltó su voluntad de diálogo ya que no había tenido intención alguna de mantener una actitud agraviante.

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