
Se fue el Chueco Velázquez
Falleció Demetrio "El Chueco" Velázquez, campeón argentino de esquí y biatlón. Un referente del deporte y formador de generaciones, su legado perdura en el esquí nórdico argentino.
Se fue Demetrio “El Chueco” Velázquez, un destacado atleta destacado. Siete veces campeón argentino de esquí de fondo y tres veces campeón nacional de biatlón, dejó una huella imborrable no solo por sus logros competitivos, sino también por su incansable labor como entrenador, dirigente deportivo y formador de generaciones. Su vida estuvo marcada por la pasión, la disciplina y un profundo compromiso con el crecimiento del esquí nórdico en Argentina.
Nacido el 22 de febrero de 1950 en Leandro N. Alem, Misiones, fue hijo de Ceferino Velázquez y Jorgelina Méndez, inmigrantes paraguayos que escapaban de la revuelta en su país. Criado en una familia humilde y trabajadora, creció entre yerbatales y cultivos propios. No completó el secundario, pero su destino cambiaría radicalmente al ingresar a la Escuela de Suboficiales “Sargento Cabral”, donde inició una carrera militar que lo llevaría a descubrir su verdadera vocación: la montaña, la nieve y el esquí.
En 1968 egresó como cabo y fue destinado, casi por azar, a San Martín de los Andes, una decisión que lo marcaría para siempre. Fue allí donde se enamoró del entorno cordillerano y donde se conectó por primera vez con el esquí. Poco después, en Bariloche, fue seleccionado para formar parte del equipo del Ejército gracias a la confianza de Francisco Jerman, figura clave en su formación. En 1972 debutó en la Primera categoría y comenzó a cosechar títulos que lo posicionaron como referente nacional.
Durante los años 70, representó al país en competencias internacionales en Finlandia, Suecia, Suiza y Austria. Participó en campeonatos mundiales, cursó formación como instructor y vivió experiencias memorables junto a grandes nombres del esquí nacional. En 1979 formó parte de la dotación fundadora de la base Belgrano 2 en la Antártida, donde pasó 13 meses. Su pasión lo llevó también a escenarios extremos y a nuevas etapas de aprendizaje y superación personal.
En los años 80, fue trasladado por el Ejército a Ushuaia, donde su influencia fue decisiva para el desarrollo del esquí de fondo. Junto a referentes como Perica Alder y Gino Pértile, colaboró en la creación de pistas, cursos y competencias en Tierra Mayor. Promovió intercambios internacionales con jóvenes esquiadores y llevó a 14 chicos a competir en Europa, dejando un legado que todavía perdura en el sur argentino.
En 1987 regresó a Bariloche, donde fundó el Club de Montaña Cazadores de los Andes y siguió formando deportistas con recursos limitados pero mucha vocación.
Su trabajo como dirigente continuó en la Federación Rionegrina de Esquí (FREM), donde aportó experiencia y visión. Integró comisiones, organizó competencias y acompañó el desarrollo de esquiadores que llegarían a integrar selecciones nacionales. Velázquez fue mentor de talentos como las hermanas Lovece, Demian Asuad y los hermanos Rolandi, entre tantos otros. Siempre desde un lugar de humildad y entrega, priorizó los valores del deporte y la formación integral de los jóvenes.
Se fue el Chueco, un formador de deportistas y amante de la montaña. El hombre dejó una huella imborrable en la ciudad, a pesar de no haber nacido acá. Su lema: "el deporte es fundamental para la juventud, un chico que hace deportes, es un chico sano".