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Carta de un soldado de Malvinas: "Hagan de esta tierra un lugar mejor, uno donde la paz sea la única bandera por la que se luche"

En un texto de Fernando Núñez,el periodista personifica el sentir de un soldado que participó de la Guerra de Malvinas. Una carta abierta para las nuevas generaciones.

Carta de un soldado de Malvinas: "Hagan de esta tierra un lugar mejor, uno donde la paz sea la única bandera por la que se luche"

En un texto de Fernando Núñez,el periodista personifica el sentir de un soldado que participó de la Guerra de Malvinas. Una carta abierta para las nuevas generaciones.

Queridos jóvenes de hoy,

Les escribo desde un rincón de la historia, desde un suelo lejano donde el frío calaba hasta los huesos y el miedo se mezclaba con la esperanza. Mi nombre no importa tanto como lo que quiero contarles. Fui uno de tantos que partieron con el corazón lleno de amor por nuestra patria, con el sueño de volver a casa envueltos en abrazos y no en silencios.

Teníamos la edad que ustedes tienen ahora. Creíamos en la grandeza de nuestro suelo y en la nobleza de defenderlo. Pero la guerra no es un cuento heroico, es el eco de disparos en la noche, el dolor de los compañeros caídos y la incertidumbre de un mañana que, para muchos de nosotros, nunca llegó. Es aprender a convivir con el hambre, con la lluvia helada que nos empapaba el alma, con el peso de una mochila cargada de sueños que se iban apagando con cada explosión. Es ver a un amigo caer y no poder detener el tiempo para salvarlo. Es comprender, de golpe, lo frágil que es la vida y lo absurdo de perderla en un enfrentamiento entre hermanos.

No les escribo para que nos vean como sombras de un pasado lejano. Les escribo para que recuerden, para que comprendan que la patria no se construye con armas, sino con memoria, con justicia, con unidad. No permitan que nuestra historia se pierda en los libros de una escuela o en un feriado sin sentido. Pregunten, investiguen, háblenle a los que aún pueden contar lo que vivieron. No dejen que el olvido nos entierre por segunda vez. Somos más que nombres en una lista, más que cruces en un cementerio solitario. Somos jóvenes como ustedes, con sueños, con familias que aún nos lloran, con una vida que quedó detenida en aquel 1982.

Yo no volví, pero mi voz sigue en el viento de Malvinas, en las olas que golpean sus costas, en cada nombre grabado en piedra. No busco lágrimas, sino compromiso. Hagan de esta tierra un lugar mejor, uno donde la paz sea la única bandera por la que se luche. No permitan que otros decidan su destino sin preguntarles. Construyan un país con justicia, con amor, con memoria. Porque solo así, algún día, podremos descansar en verdadera paz.

Con el alma intacta, Un soldado de Malvinas.

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