
Néstor Soto pasará al menos 35 años en la cárcel por el femicidio de Catalina Gutiérrez
El barilochense, amigo de la víctima, recibió la pena más dura luego de siete audiencias que expusieron el horror que cometió y el dolor de los familiares de la estudiante de Arquitectura.
La Cámara Undécima del Crimen de Córdoba con jurados populares condenó a prisión perpetua por mediar violencia de género en concurso real y por homicidio criminis causa a Néstor Soto por el crimen de Catalina Gutiérrez. Fue una audiencia final extensa y cargada de dolor para la familia de la víctima, que enfrentó al homicida en cada una de las siete jornadas que se desarrollaron.
La condena es la que había pedido el fiscal Marcelo Sicardi en su alegato. Por su parte, la querella integrada por Carlos Hairbedián y Santiago Capdevilla había solicitado con la primera acusación, que era alevosía.
Mientras, la abogada del asesino, Ángela Burgos Niño, insistió en que no se trataba de un femicidio y pidió un “homicidio simple con pena de 25 años”. Aseguró que si no se daba así el falló iría a Casación para rever la pena y hasta amenazó con que en esa instancia la vida de Catalina valdría menos.
Con la decisión del jurado popular y el Tribunal, Néstor Soto pasará al menos 35 años en la cárcel.
Los alegatos del fiscal
El primero en hablar fue el fiscal Marcelo Sicardi, que fue tajante al justificar por qué considera que el asesinato fue en el contexto de violencia de género.
Para eso, Sicardi leyó una serie de anotaciones que Néstor Soto tenía en su aplicación Notas del celular donde escribía y se respondía a sí mismo. “Sobre la pana esta (por Catalina) no sé de dónde le agarré tanto cariño. Literalmente siento que no se lo merece, no quiero decir que hay gente que es merecedora de mi cariño pero hay personas a las que no trato como trato a Cata. Es una persona tan pasajera”, analizó sobre sus sentimientos con la víctima.
En otra parte del mismo escrito escribió como si alguien le estuviera hablando: “Le diste ese cariño a Cata G., a Orne y viste cómo son capaces de dártelo. Te estás encariñando sin saber por qué”. “Me siento una verga al no poder explicar el por qué de la situación y no poder escapar de la realidad”, agregó y aseguró que era un “cagón” por no poder expresar lo que sentía.
En la misma carpeta de archivos, Soto tenía una anotación del 9 de junio de 2024 (poco más de un mes antes del crimen y del Día del Amigo) sin contenido pero con el título “Amigo invisible Cata”. Para acceder había que completar un usuario y una clave que eran: “amigo invisible cata” y “teamocati” respectivamente.
Para Sicardi, estas anotaciones y puntualmente el archivo del regalo para Catalina permiten entender que “no caben dudas de que Néstor sentía algo más por Catalina” y que “estaba enamorado”.
A su vez, recordó el episodio de las llaves de la casa de Ezequien García (novio de Catalina) que habían desaparecido de la mochila de la víctima y aparecieron en el Renault Clio tras encontrar el cuerpo de la joven. En ese momento, el asesino empezó a hacer gestos negando la acusación y el Tribunal debió pedirle que no lo haga o sería retirado de la sala.
“La relación de Zaza con Catalina puso en jaque el vínculo con Soto. Soto estaba celoso de Zaza porque Catalina le dedicaba tiempo a él”, sostuvo el fiscal y enumeró los testimonios de los amigos de ambos que relataron las situaciones en las que el asesino se los dijo. También señaló que le hacía “reproches sostenidos y constantes que iban afectando la psiquis de Catalina” y recordó los resultados de las pericias psicológicas que lo describen narcisista y egocéntrico.
Femicidio de Catalina Gutiérrez
Néstor Soto mató a su amiga el 17 de julio de 2024 en su departamento de Podestá Costa 3.110 (Córdoba), la subió al Renault Clio y la abandonó en barrio Ampliación Kennedy, al sur de la capital. Esa noche estuvo en una comisaría con los papás de la víctima y fingió estar afectado por la desaparición y posterior hallazgo sin vida de su amiga.
Sin embargo, era él quien, tal como se demostró en el juicio en su contra con contundentes pruebas, la había golpeado con un golpe de puño y la había dejado inconsciente. Luego la había asfixiado con un lazo que jamás se encontró y que, se presume, descartó en contenedores cercanos.
*Con información de eldoce.tv