La condena a los asesinos de Facundo Bargiela permitió darle cierre a un proceso judicial que se inició hace poco menos de dos meses. El trabajo de los investigadores permitió recabar datos del uso de teléfonos celulares, redes sociales y hasta lograron obtener imágenes de cámaras de seguridad pública y privada. La información no solo facilitó desentramar el macabro plan sino que además abrió las puertas a nuevas averiguaciones vinculadas a la compra y venta irregular de terrenos en la ciudad.

La fiscal jefe Betiana Cendón reconoció en Radio Con Vos Patagonia la existencia de un proceso de investigación: “estamos relevando toda una modalidad comisiva que incluye profesionales, que incluye trámites que se hacen con inmuebles, de gente vulnerable”, explicó acerca de un nuevo caso que buscará dilucidar los roles asumidos por quienes conformaron una asociación ilícita “para lograr todos un bien común de contenido patrimonial”. Además reveló que las negociaciones concretadas se realizaron con clientes que excedieron los límites de Bariloche y también de Río Negro.

Es que Cendón se refirió al móvil del asesinato de Bargiela por una “ambición de contenido patrimonial” como un hecho poco habitual ya que, por lo general, ese tipo de resoluciones surgen por peleas o hechos emocionales. Esta vez, en cambio, se descubrió una asociación ilícita.

Facundo

Desde la denuncia de desaparición de Facundo Bargiela hasta la sentencia que cayó sobre sus asesinos apenas pasaron ocho semanas. La celeridad con la que se resolvió el caso fue uno de los puntos altos de una investigación que reconstruyó lo sucedido dentro del Chevrolet Prisma a un costado de la ruta de Circunvalación.

Cendón volvió sobre los pasos de los investigadores y aseguró que al momento del hallazgo ya tenían algún tipo de sospecha a partir de los amedrentamientos que había sufrido la víctima. De inmediato se ordenaron las primeras detenciones y se continuó con un relevamiento de cámaras de la Policía para acreditar la participación de Jonathan Rabinovici, condenado a 20 años de prisión, quien incluso había participado de los rastrillajes.

“Esa misma circunstancia hizo que hubiera cosas en sus testimoniales que no nos cerraran”, detalló la fiscal acerca de la actuación de Rabinovici, amigo y compañero de disciplina de Bargiela. Detalló que lograron verificar que había estado buscando a la víctima, que lo había llamado por teléfono, que ambos coincidían en los mismos lugares y horarios, y que no pudo justificar esos movimientos. “Eran tan concluyentes las evidencias que al avance de la causa hizo que la propia defensa intentara la posibilidad de un acuerdo”, aseguró .

Para sorpresa de quienes estuvieron en la última audiencia, a pesar del estrecho vínculo con la víctima, Rabinovici no habría mostrado arrepentimiento porque, según su testimonio, el asesinato tuvo que ver con una traición: “tuvo que elegir y la decisión de él fue llevar adelante esto, que era matar a su amigo”.

Finalmente el Tribunal terminó por resolver una condena de 15 años para Julio Argentino Torres como partícipe necesario porque colaboró con la planificación e intentó eliminar evidencia, y 10 años de prisión para Santiago Figueroa que fue considerado “partícipe secundario” por haber estado detrás del volante.