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Antu Ruca impulsa una campaña solidaria para reemplazar celulares por calculadoras científicas

La escuela impulsa una campaña solidaria en Bariloche: busca calculadoras científicas para reemplazar el uso del celular en clase y mejorar la atención de los alumnos.

Antu Ruca impulsa una campaña solidaria para reemplazar celulares por calculadoras científicas

La escuela impulsa una campaña solidaria en Bariloche: busca calculadoras científicas para reemplazar el uso del celular en clase y mejorar la atención de los alumnos.

En una escuela de Bariloche, una decisión pedagógica se convirtió en un llamado solidario. Fernando Dellacorte, presidente de la Asociación Antu Ruca, explicó en Radio Con Vos Patagonia que están impulsando una campaña para recolectar calculadoras científicas destinadas a estudiantes de la institución, con un doble propósito: facilitar el acceso a herramientas básicas de estudio y, al mismo tiempo, fomentar un entorno de aprendizaje libre de celulares.

“Surgió un poco de casualidad y otro poco por necesidad”, dijo Dellacorte. La reflexión lo llevó a analizar cómo el uso del celular en las aulas, si bien en principio fue visto como una herramienta de aprendizaje, terminó entorpeciendo el vínculo pedagógico y la concentración de los alumnos. “Los resultados están a la vista. Hace 10 años que se pensó esto de usarlo como herramienta, pero no funcionó”, afirmó.

Desde principios de este año, en Antu Ruca implementaron una política de “cero celulares en clase”, que implica que los estudiantes dejan sus teléfonos antes de ingresar al aula. La medida, que en un principio podría parecer restrictiva, dio resultados positivos casi de inmediato: los alumnos comenzaron a participar más, a hacer más preguntas y a socializar mejor con sus compañeros y docentes.

“Ahora terminamos más cansados, porque respondemos muchas más preguntas, pero es otro tipo de cansancio. Es el que viene de enseñar, no de estar todo el tiempo pidiendo que guarden el celular, explicó Dellacorte.

La campaña solidaria, entonces, nació de una necesidad concreta: al no poder usar el celular como calculadora, y ante la falta de recursos de muchas familias, la escuela decidió recurrir a la comunidad. El pedido es simple: donar calculadoras científicas en desuso, esas que quedaron olvidadas en algún cajón desde los años del secundario.

“No hay a quién pedírselas. No está el hermano mayor que ya la tenía. Así que le estamos pidiendo a la sociedad barilochense si nos puede dar una mano con eso. Si tienen alguna calculadora científica, que la acerquen a la escuela o me avisen y la paso a buscar”, invitó Dellacorte.

La escuela Antu Ruca, con casi 70 años de historia en Bariloche, se ubica en Anasagasti 758. A lo largo de las décadas, se fue adaptando a las necesidades de la ciudad, ofreciendo desde talleres hasta educación formal. Hoy, el desafío es acompañar a los adolescentes en una era hipertecnológica sin perder el contacto humano y la concentración en el aula.

“Nadie dice que el celular sea malo. Es una herramienta maravillosa. Pero hay que aprender a usarlo correctamente”, subrayó Dellacorte.

* Para más información se pueden contactar al +54 9 294 482-2589

 

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