
Denoya: “Si no fuera por la inversión realizada en Catedral, hoy estaríamos en una situación mucho más compleja"
El máximo referente de la Cámara de Turismo destacó la inversión realizada, la promoción y el factor humano como pilares clave para sostener la temporada de invierno.
En el marco de una temporada invernal atípica, Néstor Denoya, presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche, se refirió al escenario actual que atraviesa el destino, señalando tres pilares fundamentales que permiten sostener la actividad turística: la inversión tecnológica en el cerro Catedral, el trabajo conjunto con el Emprotur y el valor humano de quienes integran la industria.
“Estamos viendo una temporada como la que habíamos proyectado, aunque sin dudas con grandes desafíos”, señaló Denoya. Y explicó: “Si no fuera por la inversión realizada en Catedral, hoy estaríamos en una situación mucho más compleja. Gracias a los cañones de nieve, se puede fabricar nieve en los momentos en que la temperatura lo permite, lo que permite mantener operativas al menos algunas pistas”. En ese sentido, remarcó la necesidad de continuar desarrollando infraestructura para adaptarse al nuevo escenario climático: “Tenemos un cambio muy notable por el calentamiento global. Es fundamental garantizar el inicio de la temporada, y eso solo es posible con inversión y previsión”.
El segundo eje que destacó fue la importancia del trabajo sostenido en promoción turística. “El Emprotur es una herramienta clave. Nos permite contar con un fondo anticíclico que se activa en momentos como este, cuando es necesario redoblar esfuerzos para atraer visitantes. No se trata de tapar la realidad, pero sí de mostrar todo lo que Bariloche tiene para ofrecer más allá del esquí”, sostuvo. En ese sentido, mencionó la amplia gama de actividades alternativas: “Tenemos un parque nacional atrás, excursiones, circuitos que en general son propios de otras estaciones pero que hoy están al alcance de quienes nos visitan”.
Por último, Denoya hizo hincapié en el factor humano como un diferencial del destino: “Nuestro valor agregado es la gente. Los guías, los coordinadores, el personal en el cerro, todos cumplen un rol clave para contener la frustración de quien vino a buscar nieve y se encuentra con otra realidad. Ellos son quienes ofrecen alternativas, revalorizan el destino y hacen posible que el turista igual se lleve una buena experiencia”.
“Si hay algo que el sector privado sabe, es pelearla. Ya atravesamos volcanes, virus, crisis económicas. Siempre nos adaptamos y seguimos adelante. Esta vez no es la excepción”, concluyó.