Costa Brutten: "La planta hormigonera es un Frankenstein armado con piezas viejas y usadas"
El concejal expuso graves irregularidades en la compra de una planta dosificadora: sobreprecios, triangulación y la participación de empresas fantasmas.
La compra de una planta dosificadora de hormigón por parte del municipio de Bariloche continúa en el centro de una controversia. Por un monto de $192 millones, la operación acumula denuncias de triangulación, sobreprecios y la adquisición de maquinaria en condiciones irregulares.
El concejal Leandro Costa Brutten (IB), quien llevó la denuncia al Ministerio Público Fiscal, afirmó que el procedimiento estuvo plagado de irregularidades desde su inicio. “Se incumplió con la licitación y hasta con los requisitos mínimos de la compra directa. Lo más grave es que se direccionó la operación hacia empresas que no fabrican ni venden maquinaria de este tipo”, señaló en Radio Con Vos Patagonia.
Costa Brutten detalló que tres de las empresas contactadas no tenían relación con la producción o comercialización de plantas dosificadoras: una vendía automotores en Neuquén, otra máquinas agrícolas en Chaco y una tercera grúas. A esto se sumó la intervención de una firma fantasma, F&J, que según el concejal “ni siquiera participó del procedimiento administrativo”.
Una máquina “Frankenstein” y la pérdida de garantías
El resultado de la compra fue la entrega de una maquinaria que Costa Brutten calificó como un “Frankenstein”. Según el edil, el equipo no solo no era nuevo, sino que estaba ensamblado con elementos usados y en mal estado. “Encontramos chapas rotas y manipuladas, piezas sujetas con tornillos y componentes claramente viejos. Es un desastre que no cumple con lo pactado”, denunció.
Además, la falta de garantías técnicas agrava el panorama. Según el concejal, el municipio evitó comprar directamente al fabricante, lo que no solo encareció la operación, sino que dejó al municipio sin posibilidad de reclamar por problemas técnicos. “El fabricante, que debería ser quien asegure el mantenimiento, ni siquiera fue consultado. Perdimos la garantía por completo”, aseguró.
La denuncia también apunta contra el secretario de Obras Públicas, Jorge Quilaleo, quien habría autorizado la compra a pesar de no tener conocimientos técnicos. “Quilaleo admitió no ser idóneo para esta tarea, pero fue designado por confianza personal del intendente. Es una irresponsabilidad enorme”, afirmó Costa Brutten.
El edil acusó al secretario de Obras Públicas de haber permitido la liberación de los pagos sin la entrega efectiva de la máquina. Según la denuncia, Quilaleo habría recibido el equipo como depositario, aunque este nunca llegó físicamente a Bariloche.
El concejal también criticó al intendente Walter Cortés por haber sostenido una estructura administrativa que permitió estas irregularidades. “Nada de esto hubiera sido posible sin una planificación que comenzó desde el envío de mails a empresas seleccionadas arbitrariamente”, subrayó.
Indumix se despega de la operación
Un aspecto clave de la investigación es la postura de Indumix S.A., empresa que supuestamente debía participar en la venta de la planta dosificadora. Según Costa Brutten, la firma negó haber tenido contacto comercial con el municipio y rechazó cualquier implicancia en maniobras de triangulación.
“Indumix envió una carta documento negando su participación. Ni siquiera quieren ser asociados con este procedimiento, lo que demuestra lo irregular de toda la operación”, indicó el concejal.
La denuncia presentada ante el Ministerio Público Fiscal incluye evidencias de sobreprecios, triangulación y uso de empresas fantasma. Costa Brutten confirmó que esta semana ampliará la presentación con nueva documentación, basada en informes pendientes del Tribunal de Contralor.
El edil también señaló que la respuesta del municipio a los pedidos de información fue incompleta y sospechosa. “Ocultan detalles maliciosamente. Solo entregaron información de uno de los elementos de la máquina y omitieron datos críticos sobre el resto”, dijo.
Para Costa Brutten, este caso es una muestra de una administración descuidada y posiblemente corrupta. “Nada es casualidad, todo es causalidad. Se evitó la licitación, se direccionó la compra, se entregó dinero por maquinaria que no llegó en tiempo y forma, y además, se recibieron elementos usados como si fueran nuevos. Esto no puede quedar impune”, enfatizó.
El concejal aseguró que su equipo seguirá investigando y presentando pruebas para que la justicia determine las responsabilidades de todos los involucrados. “Cada funcionario que haya participado debe rendir cuentas. Esto no se resuelve con explicaciones superficiales. Confiamos en que la justicia avance rápidamente”, concluyó.
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