Con un proceso judicial en marcha, aseguran que se acreditó la triangulación para la compra de la planta de hormigón
Triangulación con una empresa fantasma, piezas usadas y sobreprecios marcan las denuncias. “Se burlan de los barilochenses”, dijo Costa Brutten.
El concejal Leandro Costa Brutten (Incluyendo Bariloche) lanzó duras acusaciones contra el intendente Walter Cortés y su equipo, asegurando que existen pruebas fehacientes de irregularidades en la adquisición de una planta dosificadora de hormigón. Según el edil, la operación incluyó triangulación con una empresa fantasma, sobreprecios y el uso de piezas que no serían nuevas, entre otros puntos críticos.
En diálogo con Radio Con Vos Patagonia, Costa Brutten destacó que los procedimientos legales básicos no fueron respetados. "Ni siquiera se cumplió con la compra directa que alegaron. Además, la empresa Indumix, que debería haber fabricado la planta, ha deslindado responsabilidades y asegura no haber intervenido en esta triangulación con una empresa fantasma de Neuquén", afirmó.
El edil aseguró que todas estas pruebas ya fueron presentadas tanto en instancias administrativas como judiciales, y sostuvo que la gravedad del caso exige respuestas contundentes. "Esto se hizo con fondos públicos y hay incumplimientos legales en cada etapa del proceso. La justicia deberá resolver esta situación y determinar responsabilidades patrimoniales", señaló.
Entre las irregularidades señaladas, Costa Brutten mencionó la supuesta triangulación mediante una firma intermediaria que no participó del procedimiento administrativo. Además, reveló que algunos componentes de la planta adquirida no serían nuevos, contradiciendo las especificaciones iniciales del contrato.
"La empresa fabricante, Indumix, afirmó que no intervino en la transacción. Esto implica que la planta, que debía ser nueva y sin uso, no cumple con esas condiciones. Estamos hablando de piezas con años de uso y hasta de componentes sin registro", detalló el edil.
Otra denuncia grave es la presunta firma irregular del secretario de Obras Públicas, Jorge Quilaleo, quien habría autorizado la recepción de la máquina sin que esta estuviera físicamente en Bariloche. Según Costa Brutten, esto permitió liberar el pago a la empresa fantasma. "Fue una maniobra burda para habilitar el desembolso del dinero", sentenció.
Costa Brutten no solo criticó la operación en sí, sino también el manejo general del municipio bajo la conducción de Cortés. "La calidad institucional está en su punto más bajo. Las delegaciones municipales han sido desnaturalizadas y tomadas como feudos personales, respondiendo únicamente al intendente", afirmó.
El edil expresó su preocupación por la falta de cumplimiento de funciones básicas en áreas como Zoonosis, donde, según dijo, "hace meses no se realizan castraciones, afectando la salud pública". Además, señaló la existencia de un clima de impunidad promovido desde la intendencia: "Parecen creer que pueden manejar los fondos de los barilochenses sin rendir cuentas. Esto es inaceptable".
Juicio político: ¿un camino posible?
Pese a la gravedad de las denuncias, Costa Brutten descartó que el juicio político sea la prioridad en este momento. "Sin duda se están reuniendo elementos para evaluar acciones de este tipo, pero nuestro objetivo principal es que hagan las cosas bien. Lo importante es corregir los errores y garantizar transparencia", concluyó.
Con las denuncias ya presentadas ante la justicia, el futuro de esta polémica parece depender de las investigaciones en curso, que deberán arrojar luz sobre uno de los episodios más controvertidos de la gestión de Walter Cortés.
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