
Beto Leone: el hombre que trajo el blues a Bariloche y ahora regresa para despedirse de su “Cosas de Negros”
El pionero del blues radial vuelve a la ciudad que lo marcó. Tras años de ausencia, Beto Leone regresa a Bariloche para cerrar su emblemático ciclo “Cosas de Negros”, que cumple 35 años.
Volvió a la ciudad que lo vio reinventarse, caminar descalzo por la historia de la música afroamericana, y donde logró construir un legado radial único en Sudamérica. Beto Leone, el alma detrás de Cosas de Negros, regresa a Bariloche no por nostalgia, sino por justicia poética: quiere cerrar, con la dignidad de un último acorde bien ejecutado, el ciclo cultural más longevo del blues en radio latinoamericana.
“Después del COVID, en el 2022 me fui de Bariloche. Fui a ver a mi mamá, que gracias a Dios todavía está ahí, tranqui, con 98 años”, cuenta con voz cálida en Radio Con Vos Patagonia. Esa fue la pausa. El regreso es ahora, casi con el mismo Dodge 1500 imaginario con el que llegó con una novia suiza y sueños hippies entre los cerros.
Corría 1982 cuando Beto, aún sin saber que se convertiría en referente del blues en la Patagonia, aterrizó en Bariloche casi por casualidad. “Me vine con la suiza para acá”, recuerda. La primera parada fue en Dina Huapi, y luego en Cerro Leones, donde compraron un terreno por 1500 pesos. “Era la segunda casa, no había nada, vida de hippie total. Nos bañábamos todos desnudos en el agua ahí, no sabés lo que era”. Su relato, entre risas y memoria viva, retrata una época en la que Bariloche aún tenía algo de frontera, de territorio por descubrir.
Cuando la relación se desgastó, se quedó en la ciudad. Se alquiló una habitación sobre la calle Rolando, trabajó de cajero en el bar Friends —el único abierto 24 horas—, y ahí comenzó a conectar con la escena cultural local. Lo que parecía un desvío fue, en realidad, el punto de partida de una trayectoria que cambiaría la radio del sur argentino para siempre.
Fue un vinilo de John Lee Hooker el que le cambió la vida. “Me pegó de lleno. Fue un impacto al pecho. Entré a escarbar y no paré más”. Y en esa búsqueda encontró a Eric Clapton, y luego a Friends, el mítico bar de Bariloche que funcionaba las 24 horas. Ahí fue cajero, ahí conoció a su primera audiencia.
En 1988, empezó a experimentar en radio, inspirado por un programa de rock nacional y por la insistencia de la audiencia. “Pongo un blusecito”, recuerda. Lo que siguió fue un fenómeno radial. “Cosas de Negros” nació como un micro y terminó fagocitándose al programa madre. El nombre, explica, salió de una nota en la revista El Porteño, donde se hablaba de La Mississippi: “Hace cosas de negros”. Beto se apropió de la frase, sin ironía ni provocación, sino como una declaración de amor al género musical que lo marcó.
El camino no fue sencillo. Hasta enfrentó un juicio en Estados Unidos por el logo del programa —una caricatura que Billy Preston, armoniquista icónico del blues, consideró ofensiva. “Tuve que levantarla”, admite. “Nunca fue la intención agredir. Era respeto puro”.
Pero nada detuvo la expansión de Cosas de Negros, que llegó a rivalizar con “Buenos Aires Blues” y el programa de Bobby Flores en Rock & Pop. “Y hoy por hoy, Cosas de Negros me puedo dar el lujo de decir que es el programa más longevo en Sudamérica. 35 años”.
Este jueves a las 21h en Ogham (Av. San Martín 490), más de 15 músicos rendirán homenaje a la historia viva de Beto. “La entrada es una colaboración de 6.000 pesos y el 100% va destinado a los músicos”, recalca con firmeza. El broche de oro será el domingo a las 12,30h, en Radio Con Vos Patagonia, con una selección de 30 temas elegidos por el propio Beto, en base a los mensajes de sus oyentes a lo largo de las décadas.
“Con este cierro los 310 shows desde 1996 hasta hoy”, dice. Una cifra que emociona, pero que no resume el verdadero impacto de su paso por la cultura patagónica. Beto Leone no solo trajo el blues a la cordillera: le puso alma, cuerpo y micrófono.
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